Y antes de dormir una bonita reflexión.
Nadie conoce el fondo de la cazuela como el cucharón.
¿Será verdad? Porque a veces ni dentro de nuestra propia familia sabemos que es lo que en realidad sucede. Vemos hacia otras casas y otras vidas y creemos que todo se ve muy bonito pero cuando nos acercamos a ver a fondo descubrimos que no todo es miel sobre hojuelas. De hecho un día una amiga me lo dijo. Yo le pregunte ¿Cómo le hace tu familia para ser tan perfecta? Ella me contesto que era porque todos los problemas los negaban.
Cada familia podría contarnos historias inquietantes que parecieran parte de un talk show estilo "Laura" pero no tan exageradas ni dramatizadas, y serian totalmente verídicas. Recientemente una familia del medio del espectáculo dio más de que hablar, al dar a conocer que el padre de esa familia siempre se sintió mujer y aprobándolo al convertirse en una. Esa solo es una familia, de miles de millones que probablemente deben estar pasando por la misma situación alrededor de todo el mundo. Y debe haber otro tipo de historias igual de impactantes.
En mi caso no son tan impactantes como la anterior pero cuando descubrí uno de los muchos trapos sucios de mi familia si me puse a pensar bastante. En una ocasión mi padre me contó el motivo por el que se casó con mi madre. Tiempo después escuche otra versión de mi madre, la "sincera", porque claro la que todo el mundo conoce debe ser un poco más dulce. Al comparar ambas historias difirieron bastante. ¿Cuál voy a tomar como cierta? No hay manera de comprobar la verdad, cada quien vivió algo distinto y lo sintió distinto, de igual forma pueden mentir. Pero al final voy a aceptar la que pudiese ser la peor. Porque después de todo, tendré que aceptarlo, perdonarlo y olvidarlo.
Aceptar el hecho de que los padres no son perfectos. Perdonar el hecho de que esta ilusión de la familia perfecta no existe y que lo que hayan hecho no fue para herirme. Olvidar todo y continuar con mi vida. No puedo arrastrar algo toda mi vida que tal vez ni me corresponda.
Ya se que suena fácil, pero no lo es.
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